Seguro que en muchas de vuestras casas hay alguna de éstas pequeñas figuritas para decorar las macetas que en realidad son humidificadores. Están hechos en la mayoría de los casos en barro, con formas divertidas y pintados con colores alegres.
Los de mayor calidad tienen un mejor acabado y son más resistentes... pero los que yo tengo están comprados hace mucho tiempo en las antiguas tiendas de "todo a cien". Han cumplido su labor, desde luego; pero claro, una calidad regularcilla expuesta durante años a la humedad y a las inclemencias del tiempo dan lugar a que ahora se encuentren en mal estado. Algo así como éste...
Bueno, pues como no los pienso tirar, os voy a mostrar los pasos que hay que dar para restaurarlos y darles una nueva oportunidad.
Voy a trabajar con el que aparece en primer plano, pero los procesos son iguales para todos.
Este es el estado de la figurita antes de empezar...
Vamos a necesitar:
- lija fina de madera
- trapo que no suelte pelo
- pinceles de pelo fino
- paletina
- un bote de cristal
- recipiente para mezclar los colores
- imprimación para soportes porosos
- pintura acrílica de varios colores
- barniz de poliuretano al agua
Empezamos...
Lo primero que debemos hacer es limpiar muy bien la figurita para eliminar cualquier resto de grasa, tierra... yo los he lavado con agua y jabón, aclarándolos muy bien y dejando que se sequen completamente antes de dar el siguiente paso.
Después hay que lijarlos para quitar los restos de pintura levantada. Dependiendo del estado de la pieza, os interesará eliminar toda o sólo parte de la pintura. En éste caso la que quitado todo lo que he podido. Si no conseguís retirar toda la pintura no pasa nada, ya que el lijado dejará los restos de pintura suficientemente rugosos como para permitir que agarre sin problemas la imprimación que daremos más tarde.
Para quitar restos del polvillo que suelta la pieza, la puse directamente bajo el grifo de agua y la dejé secar.
Una vez seca, daremos una mano de imprimación para materiales porosos (gesso), y cuando esté seca lijaremos ligeramente antes de dar una segunda mano.
Es el momento de empezar a pintar. Hay muchas calidades de pinturas. Para éstos casos yo utilizo una pintura normalita, no muy cara (reservo las buenas para otros menesteres). Si os fijáis en la foto de arriba, he reutilizado un envase de una caja de bombones a modo de pocillos para realizar la mezcla de colores.
Una vez que tengáis mezclados los tonos y elegido el que os guste podemos ir pintando la figurita poco a poco. En mi caso empecé aplicando una capa de color base, amarillo para los sombrerillos de las setas, blanco para los tallos y verde (mezclando amarillo y azul) para la base.
Con una mezcla de color rojo y amarillo preparé un tono naranja que apliqué en la parte superior de los sombrerillos. Para que no quedase el color plano, antes de que se secase del todo, fui pasando por distintas zonas con el pincel húmedo sin pintura, para ir retirando color por distintas partes y dar una sensación de textura.
En las zonas donde se unían los tallos, apliqué unas veladuras de color (pintura muy diluída), en tono verde-anaranjado, para crear algo de profundidad. La base verde lleva el mismo tipo de veladura. Pinté después unos detallitos en verde a modo de hojitas. Por último pinté en color blanco unos lunares sobre los sombrerillos de las setas.
El último paso es aplicar una buena mano de barniz en la parte pintada (no barnicéis la parte en la que el barro ha quedado al desnudo).
He utilizado un barniz de poliuretano satinado al agua.
Y ya tenemos el humidificador listo para ser reutilizado. El mío está vigilando que maduren las fresas... Por cierto, si queréis saber cómo criar plantas de fresa en casa podéis pasaros por mi otro blog
"El enanito jardinero" donde os lo explico.
Espero que éste pequeño tutorial os sea de utilidad. Hasta pronto.