lunes, 13 de mayo de 2019

"¿PARA QUÉ SIRVEN LAS ABEJAS?"

Hoy es mi séptimo cumpleblog.
Y no sé si tal vez es una de esas casualidades de la vida, pero dentro de una semana, el próximo 20 de Mayo, se celebra el segundo Día Mundial de las Abejas, (cosa de la que me he enterado hace tan sólo unos días, por cierto).
Y digo casualidad, porque tenía preparada una entrada de celebración que iba de eso, de abejas... Así que me ha parecido una buena idea "estirar" un poco el contenido que tenía preparado e ir publicando durante ésta semana (del 13 al 20 de Mayo), varias entradas relacionadas con las abejas. Y, sí, el patrón que os tenía preparado va a estar entre ellas. Pero, de momento, empezamos con un "mini-cuento"... Espero que os guste.

Foto: La calle de la abuela

"Abuelo, ¿para qué sirven las abejas?"

"Hacía ya un par de semanas que habían terminado las clases y Martín estaba de vacaciones. Ese curso le había ido muy bien en el cole y tenía todas las asignaturas aprobadas, y con buena nota además. Pasaría a 4º de EGB sin ninguna del curso pasado, como un campeón.
Había trabajado de lo lindo y ahora se merecía un buen descanso... bueno, casi, porque su madre (jo, qué pesada era), le ponía todos los días algo de lectura, escritura y algún problema de "mates" de los "cuadernos Rubio", para que no se le olvidara lo que había aprendido durante el curso.

Menos mal que se habían ido de veraneo a casa de los abuelos, en el pueblo, y para compensar, después de los deberes, se iba a correr con sus amigos a la plaza, o a andar en bici por esos caminos llenos de piedras (siempre volvía a casa con alguna "matadura"), o a nadar al río por la tarde, con el bocadillo de pan con chocolate... o como hoy, a dar un paseo por el campo con su abuelo.

Esa era una de las cosas que más le gustaba, porque su abuelo siempre le contaba chascarrillos de cuando él era pequeño. Pero Martín, que era muy listo, sabía que jamás le contaría las travesuras gordas, porque tenía que dar ejemplo.
Pero no le importaba, se lo pasaba genial con él. Le encantaba cuando le contaba cosas del campo, de los árboles, de las plantas, de los pájaros... cuando le enseñaba a hacer "chicle" con los granos de trigo... Eso era "chachi", porque se comía un montón de ellos y  aunque intentaba masticar bien, luego se le hacía una bola en la boca y se le caía un poco la baba... ¡Anda que no se reían!

Aquel día hacía calor y había un montón de "bichos" revoloteando alrededor de Martín.
-¡Uff! ¡Fuera bicho, que me vas a picar!. ¡Jo abuelo, esto está lleno de abejas! ¡Me van a picar!
-Si no les haces nada, ellas tampoco a tí. 
-¡Pero me dan miedo!. ¡Se acercan mucho y son muy gordas!... Al final las voy a tener que matar...
-Martín, ¿tu sabes para qué sirven las abejas? -preguntó el abuelo-.
-Esa me la sé -dijo muy contento el pequeño Martín-... ¡para hacer miel! ¡Qué rica!
-Muy bien Martin... y ¿para qué más?
-Para hacer miel, para hacer miel... -dijo pensativo Martín rescándose la cabeza-... Pues eso, ¡para hacer miel! 
-Hacen muchas otras cosas además de la miel. Son unos "bichitos" maravillosos y muy trabajadores y los seres humanos tenemos mucho que agradecerles. ¿Quieres que te lo cuente?
-¡Si, porfa!
-Hay muchas clases de abejas, y las puedes encontrar en todo el planeta, pero las que tu ves revoloteando por aquí son las "abejas de la miel". Sus casas se llaman "colmenas", y en una colmena pueden vivir miles de abejas.
-¡Hala!... ¿miles?.
-Si, así es. Pero, además, en las colmenas hay varias clases de abejas. La abeja reina, es la mamá de todas las demás. Es la más grande de todas y sólo hay una en cada colmena. Allí viven también las abejas obreras y los zánganos.
-¡Ja, ja!. ¡Los zánganos!... esos deben ser muy vagos ¿no?
-Bueno, no trabajan como las obreras, pero su labor también es importante, porque son como los papás de todas las demás.
-¿Tienen papás y mamá?
-¡Claro!... ¿te acuerdas cuando tu mamá te explicó cómo habías nacido tu?... Pues es algo parecido, aunque ellas no crecen en la tripita de mamá, sino en las celdas de un panal.
-¡Cuentame más!
-Bueno, pues las abejas construyen dentro de la colmena una especie de habitación con muchas, muchas cunitas para que la abeja reina ponga allí los huevos (que son los bebés-abeja). Esa "habitación" se llama panal y las cunitas se llaman celdas. Cada bebé-abeja tiene su propia cunita. ¿Y a que no sabes con qué se hacen los panales?... Con cera.
-¿Como la de las velas?.
-Así es. Las velas están hechas con cera de abejas.
-¿Y cómo se las apaña la abeja reina para cuidar de tantos bebés?.
-Bueno, en realidad son las abejas obreras las que los cuidan. Ellas construyen los panales con cera, que fabrican ellas mismas, y después de que la reina pone los huevos, se encargan de alimentar a los bebés con nectar y miel. 
-Miel... ¿como la nuestra?
-Bueno -dijo el abuelo- en realidad la miel no es nuestra, es de las abejas, pero ellas nos regalan un poco. ¿Sabes qué mas cosas hacen por nosotros las abejas Martín?
- ¡Ni idea!
-Ellas y otros bichillos como las mariposas y los pájaros, nos ayudan a tener parte de nuestra comida.
-¿Si? -contestó Martín con cara de sorpresa-.
-Cuando vuelan de una flor a otra buscando el polen para dar de comer a sus bebés, ayudan a la polinización y eso hace que las plantas, los árboles y las hortalizas del huerto puedan tener sus bebés, que son las semillas. De las semillas saldrán nuevas plantas que nos servirán para comer y elaborar otros alimentos, como el pan... Por eso son tan importantes y por eso debemos cuidarlas. ¿A qué ya no te parece tan buena idea eso de matarlas?
-¡Claro que no, abuelo!- respondío Martin- Es que yo no sabía todas esas cosas que me has contado...
-Y hay muchas cosas más que yo no sé y que están en los libros... Cosas escritas por personas muy sabias y amantes de la Naturaleza.
Y siguieron paseando. Martín estaba muy pensativo; no acababa de entender muy bien algunas palabras que le había dicho su abuelo... Polini... ¿que?; ¿bebés de las plantas? ¿Eso cómo podía ser?; ¿Y cómo se apañaban las abejas obreras para cambiar los pañales de tantos bebés?. Tendría que ir a la Biblioteca del pueblo a consultar esos libros de los que le hablaba el abuelo...

Una abeja en la flor de azahar de un naranjo. Foto: La calle de la abuela.
En eso estaba cuando le empezaron a rugir las tripas. El abuelo miró su reloj de bolsillo y se dió cuenta de que ya era la hora de merendar.
-Martín, ¿qué te parece si hoy para merendar nos comemos unas rodajas de pan de pueblo con miel?. Es de las colmenas del tío José. Si quieres, mañana te llevo a verlas.
-¡Vale!. ¡Genial!. Y después ¿me llevarás a la Biblioteca y me enseñarás libros también?. ¿Sabes abuelo?... ¡ya no me dan miedo las abejas!. Son unos bichos estupendos.
-Pues si te ha gustado lo que te he contado, verás mañana cuando el tio José te cuente más cosas...
El verano pasó muy rápido, como suelen pasar los veranos cuando eres niño. Fue feliz, divertido, instructivo...
Y en Septiembre Martín volvió a su casa en la ciudad, y estudió mucho el curso siguiente, y el siguiente, y el siguiente...
Y entendió qué era aquello de los bebés de las plantas, y entendió muchas otras cosas que su abuelo le contaba cada vez que salían a pasear, verano tras verano... Y amó a las abejas, y a los demás insectos y animales, y al campo... Y llegó a ser un gran Naturalista, famoso y respetado. Y sabio, muy sabio...

Y hoy es él, algo mayor ya, quien pasea por el campo con su pequeña nieta, y quien le explica con palabras de niño lo mismo que un día le explicara su abuelo..."
 FIN

Espero que os haya gustado.
Nos vemos en unos días con el Patrón de "La abeja Abigail"...




9 comentarios:

  1. Muy bonito el cuento. Felicidades por tu cumpleblog.
    Besitos

    ResponderEliminar
  2. Sonia, qué cuento más bonito!!! Eres maestra? ;)
    Tu abejita y el cuento son ideales para llevarlos a una clase, o a un taller infantil, es una forma muy bonita y didáctica de concienciar a los más peques de la importancia que tienen las abejas. Porque ahora no trabajo con l@s peques, si no te lo pedía prestado ;)

    Te felicito por tu post.
    Por cierto, me encanta la miel, se la compro a un apicultor desde hace años ;)

    *Besos de colores*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola MariCarmen!. Qué va, no soy maestra... pero es que me acuerdo mucho de mi abuela, de las personas mayores que han pasado por mi vida, cada uno aportando sus pequeños o grandes conocimientos. Aunque en su momento pensara que me estaban contando "batallitas"... ahora los echo de menos... me gustaría aprender mucho más de ellos.
      Porque hoy en día parece que sabemos mucho de muchas cosas, pero en realidad no sabemos nada de lo realmente importante.
      Y creo que todo niño o niña que tenga oportunidad de pasar tiempo con sus mayores, de aprender de ellos, será muy afortunado y será una persona mucho más completa, y mucho más persona.
      Y si algún día quieres utilizar el contenido de lo que voy publicando en el blog, si algo te sirve si vuelves a trabajar con niños, o si crees que le puede ser de utilidad a alguien, estaré súper orgullosa de que utilicéis mi material.
      ¡Muchas gracias y un fuerte abrazo!

      Eliminar
    2. Por cierto, antes la miel me resultaba súper empalagosa, pero poco a poco he ido descubriendo sus propiedades, y cada vez que voy al pueblo y tengo ocasión me traigo algún tarrillo de miel de apicultura local... nada que ver con la del súper ¿verdad?.

      Eliminar
  3. Hola Sonia! Ya somos dos, no sabes lo que yo también añoro a mi abuela materna, qué recuerdos, cuanto cariño... a mis abuelos no los conocí, y con mi abuela paterna no tenía tanto roce. También guardo muy buenos recuerdos de otras personas mayores de mi infancia, y no tan infancia, siempre he aprendido mucho de ellas. Y si, es lo que tú comentas, tod@s l@s niñ@s deberían de pasar más tiempo con sus mayores.
    A mi la miel de los supermercados no me gusta nada, es tan empalagosa que no parece miel... Yo, desde hace años, cada vez que voy a mi pueblo, nos desbiamos unos kms para ir a comprar, la miel que te he comentado, al pueblo de al lado, la que más me gustan son las de romero y la de azahar, aunque la mil flores está muy rica también, pero las otras son más suaves. Me encanta endulzar mis infusiones con miel, y echarle a las tostadas, con un poquito de mantequilla y miel... ummm, jajaaa, qué golosa ;)

    Muchas gracias, te tomo la palabra, ah, y estaré atenta al patrón de tu abejita, me encanta ;)

    *Besos de colores*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Besos de colores" para tí también... ¡me encanta esa expresión!

      Eliminar
  4. Thank you so much for sharing this article with us :)

    ResponderEliminar