Decoupage sobre madera: Joyero

Hoy quiero mostraros un pequeño joyero que hice para regalar a una amiga muy querida.

Está realizado sobre madera con técnica de decoupage y craquelado.

Aunque en una próxima entrada os mostraré un paso a paso sobre la técnica del decoupage, os explico brevemente cómo está hecho éste joyero.

El joyerito es de madera de pino con bisagras y herraje de latón. Venía en madera cruda.

Lo primero de todo fue desmontar el herraje con mucho cuidado, ya que éste latón tan fino podía romperse fácilmente.

Luego pasé una lija suave por toda la superficie del joyero (también por dentro). Tras retirar muy bien el polvillo del lijado, preparé la madera. En éste caso, y aunque existen preparaciones para distintas superficies, apliqué una mano muy diluida de la pintura (acrílica) que iba a utilizar de base. Cuando secó volví a lijar y apliqué una segunda mano de la misma pintura pero sólo ligeramente diluída, lo suficiente para que la brocha se deslizase suavemente. Tras el secado, lijé de nuevo con una lija suave para eliminar rebabas y asperezas de la superficie.

Entre capa y capa de pintura fui recortando los motivos decorativos de papel. Utilicé una fotocopia en color de una lámina de un libro de botánica antiguo.

Existe un pegamento especial para decoupage. Pero en éste caso, como el papel de la fotocopia tenía un grosor adecuado, utilicé cola blanca diluida (aguacola). Apliqué un poco de aguacola sobre la madera y fui repartiendo los motivos por la superficie del joyero. Como podéis ver en las fotos utilicé también partes del texto de la lámina. Cuando todo estuvo seco, utilicé la técnica del craquelado (con producto craquelador en dos componentes) en varias zonas de la superficie. 

Preparé una pátina con pintura acrílica muy diluida en un tono contrastante con el fondo y la apliqué sobre la superficie del joyerito, insistiendo en las zonas craqueladas para que penetrase en las grietas. Iba aplicando pátina y retirando con un paño seco en la zonas donde no me interesaba que hubiese tanto color.

El último paso fue aplicar varias capas de barniz transparente al agua con lijados intermedios, para que la superficie quedase suave y bien protegida.

El interior lo pinté y barnicé de la misma manera que el exterior, pero sin aplicar pátina ni craquelador. Volví a montar el herraje con mucho cuidado y el joyero quedó listo para regalar.

Fue un trabajo laborioso pero creo que el resultado final bien mecece un poco de esfuerzo.

Hasta pronto.